En mi constante afán de conectar el mundo del comportamiento humano at work con fenómenos de la naturaleza, es que en un día de caminata por el campo surgió en mi cabeza este concepto.
En lugares con climas templados, cuando comienza a caer el sol por las tardes se produce un momento en que te llenas de repelente para mosquitos y zancudos para soportar el rato, o en su defecto, corres. Si hacemos un zoom in a lo que está pasando en ese momento de nuestro paseo es que en el reino de los bichitos, se produce este fenómeno llamado eclosión, este es el proceso en el cual un insecto pasa de un estado inmaduro a uno maduro. Es la aparición del insecto en su nueva condición y apariencia, saliendo del caparazón o capullo del estado anterior.
En el contexto de los insectos con desarrollo acuático, la eclosión ocurre simultáneamente para grandes números de insectos, que se desplazan por el agua en masa. Dependiendo de la especie, algunos salen del fondo y suben a la superficie, mientras otros nadan por el agua para acercarse a la orilla. En cualquier caso, es éste el momento en que surgen de manera abundante, concentrada y latente. Por supuesto, los peces y los pájaros lo tienen clarísimo, por lo que aprovechan estas instancias para alimentarse intensamente.
Aquí va la conexión. Hay momentos de trabajo en equipo en que buscamos juntos una idea, una solución o intentamos entender una problemática compleja, claramente nos estamos esforzando por llegar a buen puerto lo antes posible.
De pronto y luego de conversaciones e intercambios dentro del equipo se produce un momento de quiebre, de insight profundo, de toma de conciencia, aprendizaje individual o una sensación de entendimiento colectivo envolvente. De manera aparentemente simple, la solución o el conocimiento eclosiona entre nosotros y ahí estamos para atraparlo y hacerlo propio.
Para que las iniciativas de cambio en las organizaciones tengan un poderoso efecto e impacto, las razones para ejecutar con determinación estos proyectos deben idealmente eclosionar desde, entre y para los equipos. Los cuales deben mediante un proceso experiencial hacer propios los argumentos y las razones que impulsan el proceso. La claridad con respecto a los elementos u objetivos bajo los cuales nos vamos a alinear y las condiciones que nos van a regir deben ser trabajadas concebidas e internalizadas de manera colectiva, en instancias exclusivas de trabajo experiencial.
De esta forma, uno de los principios que nos rigen en Sweepi es la necesidad de que esto suceda durante el trabajo con nuestros clientes y partners. Por ende, la eclosión espontánea de respuestas y conocimientos que le dan sentido a la gestión del cambio cultural, es un factor determinante del Sweepi way.
Por supuesto, ahora conocemos la importancia de la eclosión de ideas y conocimientos, Sin embargo, la verdadera clave es saber cómo y cuándo captar las ideas y mantenerlas vivas, logrando su continuidad y llevándolas más allá de los paupérrimos 2 segundos de vida de los insectos que casi instantáneamente mueren en la boca de un depredador.
Ir más allá de la eclosión de las ideas y soluciones, habilitando el cambio cultural en las organizaciones, asegurando también la sustentabilidad y la consistencia en el tiempo, es parte esencial de nuestro desafío.
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